Aproximación a la dimensión económica de los territorios campesinos.

Por: Huber Ballesteros

Introducción.

Tal como expuse en un documento sobre el tema de los territorios y la territorialidad, estos deben ser pensados y definidos desde su multidimencionalidad y su multifuncionalidad. Para este caso, se trata entonces de establecer su dimensión económica y la función que cumple en el conjunto de la economía.

Si bien es cierto, algunas de las formas de producción no son determinadas de manera prioritaria por razones económicas, también lo es, que aunque lo determinante pueda ser lo político, lo ideológico y hasta lo cultural; un territorio como es el caso de las Zonas de Reserva Campesina, debe establecer con muchísima claridad cuál es su dimensión, función y característica económica.

A mi modo de ver, las ZRC, están definidas y esa definición interiorizada de forma aceptable en lo territorial (delimitación) en lo político (población que la constituye) en lo organizativo (formas organizativas presentes en el territorio) quizás también en lo ambiental; pero en lo económico, hace falta un análisis de lo que somos como campesinos y lo que queremos ser en el conjunto de la sociedad como productores rurales.

Caracterización de la economía campesina.

Tres corrientes que tratan de explicarla:

" La teoría Chayanov (o escuela de la organización y producción), autor que realizó el análisis más completo sobre los aspectos microeconómicos de la economía campesina, tenía como base el análisis de la misma como un sistema económico propio, dado que su funcionamiento y racionalidad propia la hace diferente a los demás modos de producción de la economía moderna. Los conceptos de la economía política, como salario, precio, ganancia o renta de la tierra, no son aplicables a la economía campesina pues corresponden a una relación basada en el trabajo asalariado y a la maximización de ganancias, mientras que el concepto básico de la unidad campesina es el de la "autoexplotación del trabajo" (con remuneraciones inferiores a las legales). Así, el producto del trabajo anual de la familia es la única categoría de ingreso.

Chayanov señaló que la economía campesina hace parte de una categoría mucho más amplia: la economía familiar, cuya característica básica es la unidad de producción-consumo en la cual la mano de obra familiar es el "aparato de trabajo". El corazón de esta teoría es el equilibrio entre la satisfacción de las necesidades (no el de obtener ganancias) y la fatiga o el esfuerzo que implica el trabajo, teniendo en cuenta los rendimientos decrecientes de este último. La familia cubre sus necesidades mediante una combinación de actividades ya sean ellas artesanales, el comercio minorista y la misma actividad agrícola, dependiendo de su rentabilidad.

Chayanov define la economía campesina como una forma de producción no capitalista, en la que después de deducir los costos de producción no es posible determinar la retribución respectiva de los factores: capital, trabajo, tierra.

La corriente marxista(economía política) ha producido una importante obra que va desde los clásicos (Marx, Kautsky, Lenin) hasta los desarrollos de los llamados

"campesinistas y descampesinistas", especialmente en Latinoamérica.

Marx llegó a tratar la economía campesina en diferentes espacios de sus obras económicas, históricas y políticas. Consideraba que la economía campesina, en el entorno del desarrollo capitalista, tiende inevitablemente a desaparecer por el desarrollo de las fuerzas productivas, sobreviviendo apenas la economía parcelaria (campesinos en pequeñas parcelas) como una forma de producción precapitalistaque necesariamente también sucumbirá ante el proceso dinámico que leimprime el proceso de acumulación de capital y la competencia de las unidadesproductivas más desarrolladas, el crecimiento de la industria, la usurpación desus tierras por parte de los grandes propietarios, la usura y los impuestos, que laconducen a la pobreza.

Para Lenin y Kautsky, la economía campesina es una herencia del pasado feudal, toda vez que ese modo de producción se nutre del trabajo campesino mediante la subdivisión de sus propiedades en pequeñas parcelas desde donde pagan rentas en trabajo, especie o dinero.

Kautsky reproduce y desarrolla los rasgos de la argumentación descampesinistas de Marx, señalando que el crecimiento de la gran industria, de la agricultura moderna y del comercio "inevitablemente" destruye las formas de producción antiguas, así como el hecho de que las economías de escala en la gran empresa agrícola tornan inviable la pequeña producción.

Aunque Lenin, inicialmente, continuó con la tendencia de los autores antes mencionados, posteriormente replanteó la inevitabilidad de la disolución de la economía campesina, reconociendo su papel en la formación no solo de la ruta del desarrollo de la modernidad sino también de la sociedad que se despliega.

Planteó la existencia de dos formas de desarrollo de la sociedad moderna dependiendo del tratamiento dado a los campesinos. En primer lugar, se encuentra el modelo estadounidense, en el que el campesino hace su transformación hacia granjas modernas sustentadas, en principio, en el trabajo familiar y, luego, en una combinación con mano de obra asalariada. La segunda forma es la vía "prusiana" en la que la economía terrateniente transita lentamente hacia "agronegocios", condenando a los campesinos a decenios enteros de expropiación de las tierras y explotación dolorosa. La primera es una vía democrática y de más acelerado desarrollo, mientras la segunda es de consolidación más lenta, más dolorosa y excluyente.

Teoría neoclásica(o dualista), de autores como Schultz, Johnston y Kilby, quienes trabajan bajo el concepto dicotómico de lo tradicional-moderno en la agricultura de los países subdesarrollados, donde lo tradicional se asimila como lo campesino. Es posible entonces distinguir un sector moderno (agricultura empresarial y agricultura de exportación), regido por la racionalidad económica y dispuesto a adoptar los cambios tecnológicos que sean rentables, y otro atrasado compuesto por campesinos (medianos y pequeños productores y minifundistas), cuya producción está orientada a la subsistencia con exceso de fuerza de trabajo y bajas productividades marginales del mismo.

En síntesis, en la reseña de estas tres vertientes del pensamiento económico agrícola se encuentran tres perspectivas teóricas diferentes. La primera signada por el pensamiento anticapitalista de Chayanov que destaca a las formas de producción y social campesinas como las salvadoras morales de la sociedad; la segunda (los marxistas), con su perspectiva teleológica de inevitabilidad del capitalismo, y la tercera (Schultz), con una visón liberal de la sociedad que supere la organización "tradicional" de la economía rural. Pese a sus diferencias, todos coinciden en la necesidad de transformar la economía campesina en una forma superior de desarrollo".

Para Mondragón Héctor y Mario de J Valderrama (1998), la economía agrícola en Colombia, está dividida en tres franjas: Agricultura Agroindustrial; Agricultura Comercial y Economía Campesina o Parcelaría. Por los factores económicos; pequeña unidad de producción, mano de obra familiar, producción diversificada y poca inversión de capital y tecnología, los productores de la actuales y futuras ZRC, encajan dentro de la tercera definición hecha por los citados investigadores.

Ahora, si nos atenemos a las teorías de Chayanov, Marx y Schultz, las dos últimas plantean, que de forma gradual aunque por razones un tanto diferentes, la economía campesina será absorbida por el modo de producción dominante; únicamente Chayanov le da a la economía campesina un carácter casi autónomo. Pero si analizamos de forma particular la producción campesina en nuestro país, nos daremos cuenta que esta, aunque conserve rasgos tradicionales, está de varias formas subordinada a la formación social capitalista: Produce uno o varios productos que tiene como destino el mercado interno la mayoría de ellos, pero también algunos para el mercado de exportación. Encontraremos que ha sido permeada por el sistema crediticio (capital de trabajo) y en un alto porcentaje la tecnología empleada busca sobre todo aumentar la productividad con fines de competencia y de mejorar los ingresos de los productores.

Uno de los objetivos que persiguen las ZRC, es la limitación de la propiedad en manos de un mismo núcleo familiar; por lo tanto serán áreas de minifundio en términos más o menos generales aunque pueden variar, si el gobierno respeta la actual composición de las UAF.

En el momento, las Zonas de Reserva Campesina hasta ahora aprobadas y las que están en proceso de presentación para su aprobación, en cumplimiento del procedimiento establecido en la LEY 160/94, han elaborado y aprobado los planes de desarrollo en términos de sus necesidades económicas, sociales y de su visión política del territorio. Particularmente opino, que esto no es suficiente; es necesario que de conjunto construyamos una visión o dimensión económica de estas zonas, pues en el simple marco del plan de desarrollo que se elabora para cada una de ellas, las ZRC, quedarán presas de las políticas neoliberales y anticampesinas del régimen.

No pretendo ser yo quien realice tamaña labor, pues no soy un experto ni de lejos, pero puedo sugerir algunos elementos que sirvan al menos de discusión.

Considerando que la forma de producción se dará en unidades pequeñas y medianas o sea acorde con las condiciones de la economía campesina o familiar, debemos en consecuencia analizar, discutir y llegar a acuerdos sobre lo siguiente:

I. Qué destino tiene hoy y tendrá en el futuro la producción de las Zonas de Reserva Campesina.

II. Cuál será la relación o integración de la producción de las ZRC con la producción y los productores de las otras zonas de economía campesina.

III. Cuál será la relación de esta franja de la economía con el resto de la economía del país.

IV. Será la producción campesina sólo de bienes agropecuarios.

V. Cómo vemos los bienes ambientales de estos territorios; cómo elementos transables o cómo algo que debe ser conservado.

VI. Cómo se piensa la tenencia y la explotación de la tierra al interior de las ZRC.

VII. Cuál es el sector primario de la economía de las ZRC.

Desde mi punto de vista particular, la formación económica campesina de nuestro país, no encaja en la corriente de Chayanov, es más, considero que si bien la racionalidad del campesinado en la producción no es la de buscar ganancia si no satisfacer necesidades, esto se da más forzado por las condiciones que le impone el medio, que por que de forma consiente así lo determine. Quiero decir, que las condiciones de subsistencia en que produce y reproduce su modo de vida, no es lo que él busca, quiere o sueña. Las acepta y no de buena gana porque el entorno macroeconómico y político así se los ha impuesto.

Sabemos de sobra, que el modelo de desarrollo rural que se practica en Colombia, es profundamente anticampesino; la lucha contra este modelo es cada vez más dura y más desigual pues el estado, pone en manos de la agricultura agroindustrial, todas las herramientas tecnológicas, financieras y legales para que sea competitivo en una economía globalizada.

Por eso es que estoy convencido, que esa visión campesinista que se deja entrever en las propuestas de las ZRC, no es la adecuada.

Los territorios campesinos; unos delimitados como ZRC y otros no, requieren articularse entre sí para acordar una estrategia que permita enfrentar el modelo de desarrollo, que busca a toda costa eliminar al campesinado como productor directo y propietario de tierra.

Una caracterización acertada de lo que es hoy la economía campesina junto a una propuesta que defina cómo se articulará con el resto de la economía, nos dotará de los elementos necesarios para negociar con el gobierno cuál será el lugar que ocuparemos en la economía de la nación.

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