Empoderarse de los acuerdos para construir una Colombia al servicio del pueblo
Por: Agencia de Comunicaciones Prensa Alternativa Cauca
20 de Septiembre de 2016
Los acuerdos logrados en la Habana, entre la insurgencia de las FARC-EP y el gobierno colombiano son históricos. Reforma rural integral, ampliación de la democracia, solución al problema de las drogas ilícitas, reparación y garantías de no repetición para las víctimas, participación de la mujer, cese al fuego bilateral, de hostilidades y definitivo, son logros que cada colombiano debe aplaudir, pues con ellos, el conflicto armado será cosa del pasado.
Ahora, el trabajo de cada organización e individuo de nuestra sociedad, está en conocerlos a cabalidad, analizarlos, proponer su materialización y hacer un riguroso seguimiento para su implementación.
Mediante el empoderamiento de los acuerdos se podrá pensar en cambiar la estructura de la sociedad, que por siglos, ha estado al servicio de quienes ostentan grandes sumas de dinero y tierra.
En las organizaciones campesinas, indígenas y afro descendientes esta el deber histórico de apropiarse de cada punto y sub punto de los acuerdos de reforma rural integral y solución al problema de las drogas ilícitas para que estos sean cumplidos en su totalidad y las tres millones de hectáreas acordadas sean reintegradas a cada poblador rural que posee nada o muy poca tierra, así como los planes nacional de educación, salud, vías, comunicación, etc., sean materializados.
Así mismo cada organización política tendrá la tarea de hacer cumplir al pie de la letra el acuerdo de participación política porque es con estos pactos que una democracia verdadera puede surgir de entre las ruina de esta desangrada Colombia, como también cada colectivo y asociación de comunicaciones deberá responsabilizarse de trabajar incansablemente por la democratización de los medios de comunicación del país.
Cambiar el rumbo del país no será tarea sencilla. La historia que vive la nación Colombiana podrá tener otro rumbo solo si la gran mayoría de las comunidades exigen al Estado Colombiano el cumplimento a cabalidad de los acuerdos de la Habana, para iniciar el camino de no retorno hacia la paz con justicia social, esa que millares de campesinos, trabajadores, desplazados, jóvenes, mujeres, etc., sueñan con esperanza de alcanzarla para darle un futuro digno a las nuevas generaciones.