SOBRE LA COMISIÓN HISTORICA DEL CONFLICTO Y SUS VICTIMAS 

Hablar del conflicto es común en la cotidianidad de las organizaciones sociales y políticas, gobierno, medios de comunicación, académicos y gentes del común. Pero lo que no es común es indagar sobre las raíces que dieron inicio a este. El actual proceso de paz que se lleva a cabo entre la insurgencia armada de las FARC- EP y el gobierno Colombiano en la Habana, Cuba. Ha dado un gran paso para esclarecer los orígenes del actual conflicto colombiano, pues en el año inmediatamente anterior se acordó, por primera vez, una comisión encargada de analizar y construir una serie de documentos que pueda comenzar a dar claridades acerca de los orígenes, permanencia y efectos del conflicto que padecemos los colombianos. Esta comisión establecida de común acuerdo entre las dos partes sentada en la mesa de negociación estuvo conformada por 12 personas de diferentes carreras universitarias y dos relatores. La misión de los doce participantes fue analizar e interpretar de manera autónoma los orígenes, permanencia y efectos del conflicto colombiano. De la misma manera, los dos relatores se encargaron de articular los consensos y dar a conocer los disensos que los académicos encontraron. La comisión, acordada en agosto de 2014, y dada a conocer por medio del comunicado 040, logró obtener el resultado en febrero de 2015: un documento con doce ensayos y dos relatorías que permite analizar detenidamente la situación por la que atraviesa el País, por la que atravesó y por la que puede seguir atravesando si no se logra construir una paz con justicia social, estable y duradera. Ha sido tan importante este avance para el proceso de paz y la historia de Colombia que, por vez primera, sale a la luz un documento conjunto, pues han conformado doce comisiones sobre los orígenes del conflicto pero tan solo de una parte, siendo el primero en 1958. Estos documentos que caracterizan la actual situación colombiana como: conflicto armado interno, guerra, conflicto social y armado. Muestran diversas posturas acerca de los orígenes, pero que en resumidas cuentas se plantean dos posturas sobre los inicios. Una de ellas analiza de manera objetiva los orígenes e inicios del conflicto a partir del desarrollo del modelo capitalista en Colombia, trayendo consigo la conflictividad en ese modo de producción e inevitablemente nace de esta, la contrainsurgencia colombiana, apoyada más tarde por los Estados Unidos para repeler todo tipo de luchas sociales como claramente lo muestra el historiador Renán Vega. De la misma manera se puede observar el nacimiento de las diferentes guerrillas colombianas pues en las circunstancias de abandono estatal no les dejo otra manera que organizarse en primera medida, para salvar sus vidas y con el tiempo construir una plataforma de lucha por la toma del poder. Otro tema fundamental para analizar los orígenes del conflicto social y armado colombiano ha sido la concentración de la tierra en pocas manos y que la gran mayoría de los autores ve como punto nodal para el inicio del proceso conflictivo en Colombia, punto que sigue creciendo y que ha dado lugar a la permanencia del conflicto colombiano, trayendo consigo una serie de efectos en la población civil irremediables como los asesinatos selectivos, el despojo de tierras por parte de la contrainsurgencia, el robo a los bienes, el sin número de violaciones y agresiones sexuales, etc. El problema de la tierra se debe observar a partir del proceso de acumulación capitalista pues este factor es determinante en sus inicios, debido a que el despojo de la tierra trajo consigo el éxodo de miles de familias del campo a la ciudad por un lado, y por el otro la conversión de miles de campesinos en trabajadores asalariados en condiciones de miseria y explotación. Frente al tema temporal hay divergencias entre los autores, pues mientras unos hacen sus respectivas interpretaciones a partir del proceso de desarrollo capitalista en Colombia, otros plantean sus orígenes en tiempos donde el modelo de explotación y dominación del capital ya venía avanzando, mostrando indudablemente las dos caras acerca de los orígenes y causas del conflicto; una establecida a partir del orden social establecido que analiza los actores del conflicto como consecuencias del actual modelo; la insurgencia como practica de resistencia y la contrainsurgencia como herramienta de afianzamiento ilegal del modelo dominante. Por otro lado, se establece un modo analítico de los orígenes del conflicto como elementos separados y autónomos que no tienen que ver con el actual orden establecido, sino que por el contrario deslegitiman las luchas sociales y la trasformación de muchas de estas a la lucha armada para mutarlas a luchas por intereses individuales y no sistemáticas. Pero más allá de analizar en este corto escrito los acercamientos y diferencias que se hallan topado los autores, es necesario para los luchadores sociales y populares el análisis permanente de nuestra historia para poder establecer los vínculos de ésta con la actual situación que vivimos en cada uno de los municipios de nuestro departamento. En esa medida, debemos aunar esfuerzos para que este documento de tipo histórico sea estudiado entre cada uno de nosotros, sea criticado y sea constatado en nuestra realidad para que así no se nos pueda engañar con interpretaciones de tipo cortoplacista y con una carga política que deslegitima las luchas populares. Finalmente, como plantea Victori Moncayo la historia de Colombia se puede caracterizar en "términos de injusticia, inequidad, desigualdad, pobreza y miseria, corrupción, clientelismo, clases subalternas o dominadas, clases y fracciones dominantes, élites dirigentes, poderes nacionales, regionales o locales, desorden , fractura o ilegitimidad del Estado o de sus aparatos institucionales, sistemas y mecanismos privados de seguridad, vicios e imperfecciones del sistema representativo, injerencia extranjera, desequilibrios regionales, etc."

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